LA CADENA DE CONSUMO

El ser humano, desde antes de nacer, queda encadenado a la CADENA DE CONSUMO, a través de ésta desarrollará todas las actividades de su ciclo de vida, siendo imposible soltarse ya que todo lo que haga estará relacionado con el Consumo.

La Cadena de Consumo es una ilusión mágica que pone a prueba a cada persona, mostrándole escenarios muy tentadores con objetos (personas, casas, vehículos, hoteles, etc) supuestamente a su alcance, creándole falsas necesidades que, al decidir tomarlas (comprando, rentando, prestando, seduciendo, engañando, etc), afectan su capacidad de consumo, pues todo lo que toma tendrá que pagarse de una u otra forma.

La cadena se mueve entre PRODUCIR y CONSUMIR: No se debería consumir si no se ha producido para ese consumo y tampoco se debería consumir excediendo lo producido, pues se estaría generando un desequilibrio con resultados negativos (Deuda).

Toda persona deberá producir para lo que quiera consumir, mediante las actividades productivas que realice en la cadena, por esto debe ser muy cautelosa al momento de decidir sus consumos, pues la cadena le incita a consumir y con toda seguridad es mucho más fácil consumir que pagar el consumo.

El consumo se puede clasificar en dos grandes grupos:

- Lo que ES NECESARIO

- Lo que NO ES NECESARIO

Es muy importante tener claro lo que es realmente necesario consumir, porque esto a la vez define que tanto se debe producir, para mantener el equilibrio y evitar que los consumos innecesarios afecten la tranquilidad y creen la turbulencia interior que conduce al sufrimiento y a tomar decisiones desesperadas.

El ser humano por naturaleza es un consumidor compulsivo, pues considera que su ÉXITO está directamente relacionado con los objetos que posee, con los cuales cree demostrar su poder ante sus supuestos adversarios. Bajo esta creencia NUNCA tendrá lo suficiente y en su afán por tener siempre lo mejor, realizará cualquier cantidad de consumos innecesarios, alejándose del verdadero EXITO y del objetivo real de su Vida.

Cuando la ilusión del consumo innecesario crece en el interior de la persona, se genera una esclavitud que altera sus funciones y le transforma de tal forma que, para poder producir lo que requiere para satisfacer sus falsas necesidades, puede robar, engañar y hasta asesinar, convirtiéndose en víctima de la turbulencia interior que ha creado con sus falsas necesidades.

Realmente lo que se necesita para vivir tranquilos y en paz, lo garantiza la misma Cadena de Consumo, es decir que nada faltará si nos mantenemos en el consumo necesario; el problema surgirá siempre que decidamos consumos innecesarios, que sobrepasen nuestra capacidad de Producción.

Es muy importante tener claro que el objetivo de nuestra vida no es llenarnos de cosas materiales que realmente no son nuestras, porque son parte de la ficción en que vivimos y que por el contrario nos alejan del verdadero ÉXITO de nuestra vida, que es el de obtener nuestra LIBERTAD, encontrando la Salida de nuestro LABERINTO MENTAL.